He aquí, la virgen concebirá y dara a luz un hijo, y le pondrán por nombre Emmanuel, que traducido significa: Dios con nosotros. San Mateo 1:23

“En este versículo hay dos milagros sobresalientes que el hombre y la mujer natural, no pueden comprender y menos disfrutar, si no se lo revela el Espíritu Santo.
El primero es la encarnación; el Creador del Universo tomó forma de hombre, y nació de una virgen, una mujer que no conoció varón, pero que el Espíritu Santo sí la conocía y colocó en su vientre la simiente de Dios, para que el Santo Ser que nacería fuera llamado hijo del Altísimo.
El segundo milagro, es que Dios en forma humana, caminó en el cuerpo de Jesús y anduvo entre nosotros, hablándonos y mostrándonos el camino para volver a Él.
En una oportunidad un predicador dijo: “la única forma de entrar en el mundo de las hormigas, es poder ser una hormiga” y es lo que hizo nuestro buen Dios. Tomó forma de hombre, para hablarnos y guiarnos de igual a igual.
El vino del cielo porque nos amó, nos ama y nos amará hasta el fin de los siglos, se hizo hombre para poder ofrecerse en sacrificio vivo por nosotros, y pagar la deuda de la ley de Dios que dice: El alma que pecare morirá, Jesús era sin pecado, pero murió por los pecadores, para que los pecadores fuesen perdonados y pudiesen vivir una eternidad con Él.
Por ser tan hermosa esta actitud de Dios para nosotros que hemos creído en Él, es que le deseamos a todos los Pastores y Pastoras, hermanos y hermanas que integramos CeGAD, una Feliz Navidad junto a sus seres queridos, y un año nuevo tomados de la mano de Dios.
Por la comisión de CeGAD. “